Escribo esto mucho tiempo después de haber terminado Conversión Monetaria. Después de un montón de peleas, horas extras, problemas con proveedores, mal comer, trabajos nocturnos, seguimiento de cambios, homologación de ambientes, horas de soporte, verificación de interfaces... ya.
Fueron unos días difíciles, duros. Donde no solo trabajé en conversión monetaria, sino que también tuve la dicha de casarme. Donde el stress estaba a flor de piel. Pero donde en medio de tantas cosas, hubo grandes beneficios:
- Pude examinar mis límites, tanto físicos como mentales. Ver hasta que punto puedo trabajar sin parar, sin comer, y estar concentrado con la menor cantidad de fallas posibles.
- Adquirí una enorme experiencia en el manejo de stress, proyectos complejos, manejo de grupos multidisciplinarios y con sistemas altamente compartimentados.
Pero por sobre todo… aprendí mucho y gane muchísimos amigos. Debo agradecer a Inés, Shelly, Freddy, Ignacio, Wellington, Helen, Bárbara, Yusmeli, Miguel… y tantas personas que en este momento se me escapan. De verdad, muchas gracias…
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